Con la revisión de las planillas de 30 mesas, comenzó ayer la etapa final del proceso electoral: el escrutinio definitivo. Los resultados del recuento son los únicos que tienen validez legal para definir ganadores en los 347 cargos en disputa en Tucumán. Si bien con el escrutinio provisorio ya se asignaron un puñado de cargos ejecutivos en los que la diferencia de votos es contundente (como la gobernación y casi todas las intendencias), la disputa en las próximas semanas será entre los apoderados de los partidos y acoples que luchen por las últimas bancas a ocupar en la Legislatura, concejos y comunas.
“El proceso fue abierto con las primeras 10 urnas, que corresponden a las 315 que no habían sido computadas en el escrutinio provisorio”, explicó el vocero de la JEP, Carlos Amaya. “Esperamos que el proceso demore entre 15 y 20 días, pero la voluntad de la Junta es que el proceso termine lo antes posible”, completó.
A las 18, unos 200 dirigentes hacían fila para ingresar al salón de la sede de la Junta, en Mendoza 1.050, donde se guardan las urnas con custodia de Gendarmería. Los empleados judiciales se distribuyeron en 10 boxes para la tarea. Por la cantidad de acoples, los frentes y partidos que asistieron llevaron al menos 15 dirigentes: el salón estuvo colmado. Entre los dirigentes sobresalieron Marcelo Caponio (apoderado del PJ); Alfredo Carlos Dato (apoderado de Hacemos Tucumán), Silvia Rojkés (legisladora alperovichista), Federico Masso (funcionario municipal y legislador electo); los concejales de la capital David Mizrahi, Alejandro Figueroa, Eduardo Verón Guerra (fueron reelectos) y José María Franco (lucha por alcanzar la reelección).
Si bien el objetivo del a JEP era iniciar el proceso sólo con 10 mesas de muestra, luego extendieron la actividad. “Ya estamos terminando, hagamos un escrito para ver más mesas”, le dijo Ana Escobedo, una de las apoderadas del Frente Justicialista por Tucumán, a sus colegas Álvaro Contreras y a Orlando Tosi (representantes de Vamos Tucumán). Nadima Pecci, legisladora electa y apoderada bussista, coincidió con la presentación, que fue aceptada por Daniel Posse, Washington Navarro Dávila y Estela Giffoniello, autoridades de la JEP.
Tanda a tanda de mesas -correspondieron con las 113 de la Capital que no se habían escrutado-, los más tensos fueron los apoderados de los acoples que pugnan por un lugar en el Concejo o en la Legislatura. El bussismo podría alcanzar una quinta banca de concejal. Los apoderados de Hacemos Tucumán también estarán atentos: podrían ganar una tercera banca. En la primera jornada, el alperovichismo solicitó la apertura de la urna 91, porque en el acta el presidente figuraba con 9 votos en la categoría concejal, mientras que el fiscal del espacio tenía anotado 21. Finalmente, se rechazó la medida porque se consideró que se trató de un error de ese fiscal, ya que los demás fiscales coincidieron en la cifra. En la mesa 355 ganó votos el hasta ahora concejal reelecto Agustín Romano Norri: en esa mesa el acta del presidente consignaba que tenía 10 votos, mientras que todos los fiscales tenían anotado 27 sufragios: el radical sumó 17 votos. Así, mesa a mesa, voto a voto, será la lucha de los apoderados.